La monitorización de estado se refiere a la supervisión continua del estado de los equipos mediante sensores. El objetivo es detectar cambios que indiquen posibles daños para poder repararlos antes de que se produzca un fallo.

La idea principal es actuar cuando los componentes de una máquina muestran determinados comportamientos que suelen conducir a una tendencia a la baja de la calidad del producto, al deterioro de la máquina o a su avería. Indica la necesidad de una acción de mantenimiento antes de que se produzca el daño real o cambie drásticamente la calidad del producto. La base de este enfoque es la recopilación de una gran cantidad de datos de la máquina y los métodos utilizados para detectar anomalías.